Koldo, maestro
El laboratorio de Koldo era – el dolor del verbo ya en pasado- apenas un cuartito arrancado al salón del ático de Iturrama: dominándolo la enorme ampliadora, cubetas en precario, las espirales de película lavándose en el rincón e, impregnado la negrura, el punzante olor a químicos, rememorado en esta terrible tarde de octubre. La sorpresa, aquella vez primera, era que de aquel humilde espacio en el que apenas entraban dos personas, hubiesen salido las fantásticas copias –profundas, negras, luminosas también- de las fotografías que me habían dejado asombrado una tarde dorada en Tarazona, el verano del curso de fotografía en que, escuchaba –fascinado- a un hombre menudo, de cabeza poderosa, vestido de faena, energía inagotable, pasión y risas contagiosas, hablar y sentir la Fotografía como nunca, a nadie antes. Y tampoco después.
Koldo me enseñó allí, en los largos meses de la mili, a revelar los rollos de Tri-X que disparaba en el cuartel, y, sentados, casi cada sábado, a la mesa del salón, me explicaba con paciencia, humor y el té -de tres años, decía- a seleccionar las mejores imágenes, a agotar los temas, a buscar en cada tira de negativo algo más –¿la magia, su magia?- que el encuadre perfecto, el momento justo. Si alguna foto hice entonces que mereciese la pena, fue gracias a su firme mirada; si algo aprendí, de su generosidad. Mis mejores fotos han sido siempre suyas y las demás, mediocres, inevitablemente mías.
Al correr de los años y agotado el impulso inicial de devenir fotógrafo –Aquí, Fotógrafo Koldo- tanto él como Rosa siempre tuvieron tiempo para tardes de conversación amplia, a veces críptica; ratos de relatos levemente apócrifos, anécdotas elegantes, cuentos con sorpresa, mundos posibles y fábulas de nombre propio. Koldo, narrador, Koldo creador, Koldo imaginero, Koldo apuntador, actor, tramoyista, escenógrafo, iluminador, espectador, guionista. Koldo fotógrafo. Koldo maestro.
A Koldo Chamorro de Aranzadi. 20 Agosto 1949 - 16 Octubre 2009
A Rosa, a Ohiane.
A también todos los que hemos tenido el privilegio de conocerle.
Publicado en Diario de Navarra, 17/10/2009.
Gracias a Jesús Rubio por darme un espacio en una de las páginas mas tristes que se pueden imaginar.
The Art of the Personal Project: Jason Knott
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